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Las Finales de la NBA 2025 ya han arrancado, y el ambiente ya se siente eléctrico. Los Pacers y los Thunder llegan con equipos jóvenes, hambrientos por su primer campeonato en años.
Imagínense la escena con dos escuadras llenas de talento, peleando por la gloria en una serie que podría marcar una nueva era en la liga. Pero, además del anillo, hay otro premio que tiene a todos al borde del asiento. Sí, es el MVP de las Finales. Este galardón reconoce al que la rompe en la cancha poniendo un sello dorado a la carrera de cualquier jugador.
El camino al reconocimiento supremo
Antes de lanzarnos a los candidatos, dejemos claro qué significa ser el MVP de las Finales NBA. Este premio, nombrado en honor a Bill Russell, va para el jugador que más aporta a la victoria de su equipo en la serie final. Un grupo de 11 expertos en baloncesto, bien puestos en el tema, decide quién se lo lleva.
Estos compas votan buscando al que brilla en los momentos clave, ya sea con puntos, defensa o liderazgo puro. Claro está, solo los del equipo ganador entran en la jugada, lo que hace este reconocimiento algo especial. Así que, para ser MVP, no basta con jugar bonito, más bien hay que ganar y dejar huella en la serie.
Estrellas en la mira
Ahora sí, vamos con los que pintan para llevarse el MVP de las Finales NBA 2025. El nombre que suena por todos lados es Shai Gilgeous-Alexander, el crack de los Thunder. Este hombre ya se llevó el MVP de la temporada regular y el de las Finales del Oeste. Vaya máquina, ¿no? Promedia 29.8 puntos, 5.7 rebotes y 6.9 asistencias en playoffs, números que lo tienen como favorito. Si lidera a OKC al título, podría unirse a leyendas que han ganado ambos MVPs en un año.
Pero ojo, Tyrese Haliburton de los Pacers no se queda atrás. Su magia para manejar el balón y meter canastas clutch lo pone en la pelea. Y ni hablar de Pascal Siakam, que ya tiene experiencia de campeón y viene de ser MVP del Este en las Finales de Conferencia. Estos tres están en la cima, pero la cancha decidirá.
Las sorpresas que podrían cambiar el juego
Aunque los reflectores apuntan a las estrellas, las Finales NBA siempre guardan espacio para los tapados.
Por ejemplo, Jalen Williams de los Thunder podría dar la campanada si los Pacers se obsesionan con frenar a SGA. Algo así pasó en 2015, cuando Andre Iguodala se llevó el MVP por su defensa sobre LeBron, sin ser el foco principal de los Warriors.
Más recientemente, Jaylen Brown lo ganó en 2024 por su juego completo frente a Luka Doncic. Esto nos dice que el MVP de las Finales no siempre va al que más anota, sino al que cambia el rumbo de la serie. Factores como lesiones o rachas inesperadas también podrían abrir la puerta a alguien más. ¿Quién dijo que el baloncesto es predecible?
Lecciones del pasado para el futuro
La historia nos da pistas jugosas sobre el MVP de las Finales NBA 2025. Figuras como Michael Jordan, con seis trofeos, o LeBron James, con cuatro, dejaron la vara altísima con actuaciones legendarias.
Sin embargo, también hay casos como Cedric Maxwell en 1981 o Chauncey Billups en 2004, que ganaron sin ser los más famosos de sus equipos. Parece que el premio se trata de brillar cuando más importa, no solo de cargar estadísticas.
Claro está, cada uno de nosotros tiene su favorito. Pero el Trofeo Bill Russell lo ganará quien más lo merezca, considerando números, impacto y momentos clave. La tarea de los jugadores es dar lo máximo para ganarlo. Y nuestra, pegarnos a la pantalla, seguir cada partido y disfrutar del puro arte del baloncesto.